miércoles, 31 de marzo de 2010

O Caminho 2008 - El Camino de Santiago Francés (Episodio 3)

Después de una noche pasada por la incomodidad de dormir en un saco más húmedo que seco con unos compañeros un tanto ruidosos en el barracón de Roncesvalles a las 6:00 a.m. toca levantarse a preparar la bici para poner rumbo a Estella/ Lizarra. 

Con los primeros rayos de luz preparamos el equipaje, lo montamos en la bici y ahora sí que sí, comienza tras la etapa prólogo del día anterior El Camino de Santiago puro y duro.
Los primeros caminos trascurren por un bosque de camino estrecho, no más de 2 metros de ancho en los que ciclistas y caminantes comparten la senda. Esta senda la abandonaremos rápidamente debido a su dificultad para tomar durante unos kilómetros la carretera y así llegar a nuestra primera parada obligatoria, después de dejar atrás el alto de Erro; el desayuno en el pueblo de Zubiri. Allí paramos en una tienda de ultramarinos para además de desayunar coger algo para el resto de la etapa.


De camino a Pamplona nos llamo la atención la cantidad de aficionados al ciclismo, debe ser porque estamos en tierras de Indurain y esto quieras que no, se contagia. Llegando ya a Pamplona, ciudad de sobra conocida, hicimos las paradas obligadas; la estatua en homenaje a los encierros, el ayuntamiento y la visita al centro cultural de turno del casco viejo para sellar nuestras credenciales. Ya con todo esto, salimos de la ciudad abandonando la jungla de asfalto y coches tomando caminos de verdad. Un grupo de ciclistas portugueses serán nuestros compañeros de viaje varios kilómetros.


Varias pedaladas después y ya alejándonos de la capital, nos toca subir por el Parque Eólico del Perdón, lugar excelente con mejores vistas en un día despejado. Por los caminos polvorientos antes de llegar al alto nos encontramos una cruz en homenaje a un peregrino fallecido de origen belga con su foto puesta en la junto a la cruz. Decir que durante el Camino a Santiago veremos innumerables cruces en homenaje a peregrinos que han fallecido durante la travesía. Bien pues allí mismo, y por cierto que pequeño es el mundo, nos encontramos con un peregrino que al ver la ikurriña en la bici rápidamente nos dijo, ¿de que parte sois?... aunque ya sabíamos que el era de por aquí, su gorra con el antiguo logotipo de la bbk le delataba. Habíamos topado con un peregrino de Portugalete.


Después de este merecido descanso ya por fin toca algo de “cuesta abajo”. Tras un par de sustos con la bici bajando por un camino polvoriento y pedregoso consigo detenerme, a un suspiro de irme al suelo aparece un bicigrino argentino que bajaba como si la vida le fuera en ello y parando en seco me dice: “ey ché loco, ten cuidado y baja algo más el asiento, que sino te irás de boca”
Aprovechando que el un día soleado sacamos las prendas que teníamos mojadas y durante el pedaleo las ponemos al sol, aver si lo que nos perjudicó la naturaleza el primer día nos lo compensa esta vez.

De Pamplona a Puente La Reina hay 24km, allí mismo hicimos ya por la tarde uno de los últimos parones del día, pensando que iba a ser el ultimo, ya que preguntamos en el albergue si tenían sitio pero vaya, solo les quedaba una plaza así que tuvimos que buscarnos otro lugar. Junto al albergue levantamos un campamento improvisado repartiendo la ropa por la zona y colgándola para que terminara de secarse.
En este pueblo coincidimos por primera vez con una gente de Navarra muy agradable, dos chicos y una chica ayudados por un coche escoba durante parte del trayecto, durante las etapas nos cruzaremos en varias ocasiones. Nos cuentan que en el pueblo de al lado una niña, no recuerdo si era hija o sobrina le robaron la bici… en fin ya es rastrero y miserable robar, pero hacerlo en esas condiciones es lo peor de lo peor, suerte que iban con un coche escoba, aun así la niña se perdió hacer parte de El Camino y tuvo que volver a su casa con el disgusto justificado.


Salimos ya bien secos de Puente La Reina y nos dirigimos sin saber muy bien donde parar, ya que nuestra idea era parar allí mismo. No nos queda otra que seguir pedaleando hasta encontrar algo. Por el camino vamos pasando por pueblos con un encanto especial, recordad que estamos en Agosto y la mayoría de sus pueblos celebran sus fiestas. En algunos de ellos estaban preparados para sus encierros particulares, hubo un momento que al pasar por una de esas calles vacías llegue a pensar… tan vacía, con puertas cerradas y con protecciones instaladas, no nos encontraremos a los astados de frente. Por suerte para nosotros eso nunca sucedió.
Ya terminamos la jornada sobre la bici, tenemos ya prácticamente decidido que hasta Estella y se acabo el pedaleo por hoy. Aunque nos falta como media hora escasa de seguir no podemos cantar victoria, nuestra amiga y compañera la lluvia amenaza con hacer acto de presencia otra vez. Aguanta, aguanta, aguanta, pero al final y a 10 minutos de la llegada se pone a llover, ¡otra vez!. Bueno, por lo menos podemos sentirnos afortunados, encontramos el albergue parroquial al momento de entrar a Estella.



Este albergue fue uno de los mas peculiares de todo el recorrido, peculiar y enriquecedor, y ahora veréis por qué. El albergue está dirigido por un francés, un sacerdote y un argentino, y no, no es el inicio de un chiste. Ellos nos ofrecen su techo y su hospitalidad a cambio de la voluntad. Descargamos las cosas y tras la ducha correspondiente con agua fría nos unimos al resto de la gente colocando la mesa y preparando lo que queda para cenar. Durante el acontecimiento tenemos el placer de volver a ver a nuestros compañeros de Navarra también gente de Italia y Portugal. Fue un encuentro muy emotivo ya que se intercambiaron puntos de vista y diferentes formas de hacer El Camino, también se hablo del origen de las lenguas y la cultura de cada uno, ya se sabe que al final cada uno siempre tira para su tierra como es normal.
Recordaremos siempre Jose y yo a aquel portugués sonriente que hablando de fútbol presumía de que la selección brasileña de fútbol había conquistado 6 títulos de la copa del mundo, a lo que respondimos “me parece que eran 5 tan solo pero bueno Portugal casi gana una Eurocopa, jeje”  Anécdotas de estas mil.
Como otros habían cocinado a nosotros nos toco fregar, y después de esto al saco casi ya seco. Por fin, algo de descanso. No fue una noche fácil al menos para mí ya que pase muy mala noche despertándome con frecuencia con dolor de garganta, de cabeza, resfriado y con mucha humedad en el ambiente… además de los ronquidos internacionales. Solo tenía en mente una cosa, que llegara la hora de salir y seguir haciendo kilómetros.

Etapa 2 Roncesvalles-Estella/ Lizarra
Km. Totales: 85 Km.
Clima: Despejado-Llovizna
Dificultad de la ruta: Media
Roncesvalles (Navarra)
Larrasoaña (Navarra)
Pamplona (Navarra)
Gares/ Puente La Reina (Navarra)
Estella/ Lizarra (Navarra)

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